Limpia tus gafas oscuras en 8 pasos

La limpieza diaria de tus gafas oscuras es la mejor manera de mantenerlas en buen estado y evitar rayones y otros daños. Pero hay una manera correcta, y muchas formas incorrectas de limpiar los lentes. Sigue estos consejos para limpiar tus lentes y monturas sin riesgo de rayarlos.

1. Lávate bien las manos. Antes de limpiar tus gafas oscuras, asegúrate de que tus manos estén libres de suciedad, mugre, cremas y cualquier otra cosa que pueda transferirse a tus lentes. Usa jabón neutro o líquido para lavar platos y una toalla de microfibra para secar sus manos.

2. Enjuaga tus gafas con un chorro suave de agua tibia. Esto eliminará el polvo y otros desechos, lo cual evita rayar tus lentes cuando los estés limpiando. Evita el agua caliente ya que puede dañar algunos revestimientos del lente.

3. Aplica una pequeña gota de jabón líquido neutro en cada lente. La mayoría de los jabones líquidos para lavar platos son muy concentrados, así que usa solo una pequeña cantidad o aplica una gota o dos en la punta de tu dedo. Usa solo marcas que no sean abrasivas.

4. Frota suavemente ambos lados de los lentes y todas las partes de la montura durante unos segundos. Asegúrate de limpiar cada parte, incluidas las almohadillas nasales y los extremos de las sienes que descansan detrás de las orejas. Además, limpia el área donde el borde de las lentes se encuentra con el marco: el polvo, los desechos y los aceites de la piel se acumulan aquí con frecuencia. 

5. Enjuaga a fondo ambos lados de los lentes y la montura. Si no quitas todo rastro de jabón, los lentes se mancharán cuando los seques.

6. Agita las gafas suavemente para eliminar la mayor parte del agua. Inspecciona las gafas cuidadosamente para asegurarte de que estén limpias.

7. Seca cuidadosamente los lentes y la montura con una toalla limpia de microfibra. Usa un paño de cocina que no tenga suavizante  ni ninguna otra sustancia que pueda machar los lentes. Una toalla de algodón que uses para limpiar cristales es una buena opción. Asegúrate de que la toalla esté perfectamente limpia ya que la suciedad o los restos atrapados entre las fibras pueden rayar tus lentes.

8. Revisa los lentes nuevamente. Si quedan rayas o manchas, quítalas con un paño de microfibra limpio.

Cuando no tengas estos elementos disponibles, prueba con toallitas de limpieza de lentes desechables. Están formuladas específicamente para este fin.

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